jueves, 25 de octubre de 2012

Calaverita para Toto


Hoy lloro de tristeza infinita
lloro con tanto dolor
lloro y lloro a chorrros llenos
de desesperanza y desesperación.

Hoy lloro por la muerte
de un querido hijo mío,
lloro porque mi toto
se nos ha ido al limbo.

Ha muerto mi Toto,
chico en verdad excepcional
un niño bueno y sano
que hoy tuvo su final.

Se murió mi hijito Toto
de un coraje se infartó
murió por andar berrinchudo
al pensar que su padre ya chochéo
su padre que antes era
el inteligente y el mejor
ahora es todo lo contrario,
ahora es absurdo y aburridón,
ahora ya pasó de moda
y se convirtió en el peor.

Maldita pubertad loca
que hace pensar así,
maldita etapa de vida tonta
que sin embargo yo viví.

Mi hijo muerto ya está,
y ahora pienso que si en el cielo está
no padecerá penurias
porque en el cielo chacas no hay
ni nacos apestosos ni infidelidad
y menos americanistas
que hasta asco me dan.

Ahora Toto juega y juega
ya muerto en el panteón
sintonizando Discovery
en alguna televisión
o buscando una guitarra
para ponerse a tocar
acompañando a Jimmy Hendrix
y esperando a Santana y Lash.

Toca Toto rolas
siempre de buen rock
olvidando las charangas
y el horrible reguetón.

Que no vivan Metallica ni Aero Smith,
ni Guns´n Roses ni los Kiss,
que no viva más el rock
ni el metal ni el folk;
que viva la cumbia y lo grupero
que viva el mugre reguetón,
que viva mucho Ricky Martin ,
Paulina y que viva siempre el pop,
que mueran todos los rockeros
para que toquen en el panteón
y los otros que sean eternos
para que no infecten el panteón
y que mi Toto tenga paz eterna
ahora que muerto está
sin su padre anticuado
y él en eterna pubertad.

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